Mi amigo Humberto Vinasco me envió un escrito publicado en Facebook por Marco Lino González Duarte con el título de “Matar liberales no es pecado” frase del incendiario y homicida determinador Monseñor Miguel Angel Builes. Le respondí con parte de este escrito que corrijo y amplio.
Hace 67 años andaba yo por los ocho cuando en la Semana Santa cesaba en la radio la música popular que tanto nos gustaba. Desde el jueves solo se escuchaban catálogos temáticos del barroco y de la música clásica, que entonces nos sonaba a fondos mmusicales de películas. La Rodríguez Pardo, la campesina que fue mi abuela, acomodaba el taburete de sentadero y espaldar de cuero crudo que era muy suyo, se acodaba en la mesa donde almorzában los mayores, y aguardaba con cristiana paciencia a que monseñor Miguel Ángel Builes iniciara el famoso “sermón de las siete palabras”. Yo, aunque era un niño que tenía vedado pensar en voz alta, le decía a mi mamita (así le deciamos a las abuelas) que eran siete millones de palabras, pues empezaba a las tres de la tarde y terminaba como a las seis. No recuerdo las alusiones que le atribuyen para incitar al odio hacia los liberales, pero sí tengo muy presente la fuerza de un discurso que mi abuela escuchaba sin entender una sola frase de su contenido. De toda forma elogiaba la elocuencia de Builes. “Monseñor sí que habla bonito”, decía. Y con ella más de la mitad de los colombianos de esa época. Quizás por eso le levantaron busto en Santa Rosa de Osos y un santuario de Donmatías y lejos, allá en Barranquilla, un colegio lleva su nombre. El Papa Francisco, el buenote y muy astuto de Francisco, tan solidario con las víctimas de las dictaduras argentinas, el 19 de mayo dio el primer paso (¿en falso?) a la canonización de esta ya considerado Santo Obispo, al declararlo “Venerable” y reconocer sus “virtudes heróicas” (en la violencia colombiana). Todo gracias a un movimiento de más alta trascendencia que Las Cruzadas y que organizaron las congregaciones religiosas y asociaciones como “Las hijas de María”, las “Devotas del Sagrado Rosario” e, incluso, las “Adoradoras del Santo Prepucio del Niño Jesús”.
NOTAS
Para Monseñor Builes, obispo de Santa Rosa de Osos, resultaba aberrante que las mujeres llevaran pantalones, montaran a caballo y usaran minifalda. Eran demoníacos los carnavales, los reinados, los boleros de Daniel Santos y el mambo de Pérez Prado. El cine no era más que “uno de los medios más eficaces de dañar las almas si no se le pone cortapisa” y la radio sólo era uno de los tantos vasos comunicantes de Satán. Los bailes fomentaban la fornicación y el bambuco “era un invento pagano”. Era pecado estar a la moda, leer el Tiempo, y sobre todo ser liberal.
(Las 2Orillas - Abril 19 de 2017)
Hace 80 años los conservadores llamaban “comunistas” a los liberales. Hoy los liberales son más conservadores que los los conservadores y ambos bandos llaman “comunistas” a los que no son fachos como ellos. ¿Entendieron, jóvenes y viejos sin memoria histórica?
No hay comentarios:
Publicar un comentario