Y ROBAN Y ROBAN Y VUELVEN A ROBAR
FINAGRO es una entidad oficial de rango nacional que fue creada para otorgar créditos favorables a los productores del campo, con intereses muy bajos, plazos muy largos y condiciones de pago muy especiales. Eso en teoría, pues la realidad es que esa entidad, al igual que AGROINGRESO SEGURO del tristemente célebre presidiario Felipe Arias, es un invento del gobierno nacional y un selecto grupo de delincuentes políticos que se han concertado para saquear los recursos del Estado.
Es por eso que en estos momentos FINAGRO, cuyo presidente es Dairo Estrada, está en la mira de la Procuraduría y de la Fiscalía General, pues en sólo tres días, aprovechando la emergencia sanitaria, la Comisión Nacional de Crédito Agopecuario aprobó la resolución 001 de 2020, el Ministro de Agricultura le estampó la firma y el presidente de FINAGRO elaboró la lista de favorecidos, logrando la hazaña burocrática de asignar el pasado 31 de marzo la bobadita de $226.000.000.000.oo (¡Doscientos veintiséis mil millones de pesos!) a grandes empresas que a continuación se relacionan:
A Avidesa, que como lo hacen los grandes evasores de impuestos tiene dos empresas con similar nombre, le asignaron $20.000.000000.oo. Los ingenios y del Cauca, en cambio “apenas” recibieron $2.500.000.000.oo y $2.250.000.000.oo Es que esos no son tan pobres.
Si don Ramón Rodríguez, quien tiene una chagrita de una plaza donde siembra productos de pancoger, solicitara un crédito en el banco, primero le pondrían todas las talanqueras, luego le pedirían cuatro codeudores y garantía de hipoteca y al final lo dejarían sin la chagra y con la deuda. En cambio, a estos “pobres” productores de pollos, azúcar, arroz y leche seguramente no les exigieron ninguna garantía y al final sus empresas habrán crecido y la deuda se habrá olvidado.
Todos podríamos decir, en un coro tan lastimero como el de las rancheras, que estos sinvergüenza no aprenden. Claro que sí aprenden. Aprenden a que la base del pueblo, esa que cada vez se hunde más en los abismos de la ignorancia, es manipulable, no sabe dónde está parada, vende su futuro por veinte ladrillos y un bulto de cemento y, como si fuera poco, tiene memoria de gallina clueca. Estos hampones disfrazados de políticos y empresarios roban hoy y de inmediato el pueblo muestra su indignación. Mañana todos olvidan.
Estos delincuentes de estrato 10 plus aprenden que los de estrato -0 son genéticamente masoquistas y se han comido, por generaciones, el cuento de que si crece la economía del país, crecerá la economía de todos. ¡Mamola!, como suele decir otro mentiroso. Crece la economía de cuatro familias que son las dueñas de un país que ellos consideran como su estercolero privado. Si la economía del país quiebra por causa de una recesión extrema, no pasará nada con ese ejército de esclavos fabriles, artistas del rebusque, aventureros del día a día... Esos están quebrados desde hace más de doscientos años.
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