Invitar a la resistencia civil contra la paz en Colombia es lo mismo que invitar a continuar una guerra fratricida en la que los bandos enfrentados están conformados por gente del pueblo. Y eso es más que criminal.
Desde luego que quien hace tan perverso llamado a la resistencia civil contra la paz no empuñará el fusil para liderar una consecuente resistencia militar contra la paz; al contrario, seguirá exhibiendo su particular patriotismo desde la comodidad de su mansión y rodeado por un esquema de seguridad que le cuesta un ojo de la cara a los colombianos, mientras un rebaño de enceguecidos fanáticos (es válida la redundancia) le hace reverencia, le jura sumisión sempiterna y, de paso, le hacen el trabajo sucio.
Ese insigne Salvador de Colombia no enlistará a sus bienamados hijos en el Ejército o cualquier grupo paramilitar para que le pongan el pecho a las balas combatiendo al enemigo; es decir, a la guerrilla y a todo aquel que piense de manera progresista. Para eso está el pueblo-pueblo. Al contrario, los educará en el sutil arte de pisotear a los demás y volverse multimillonarios en diez años con una tienda de artesanías.
...personas cuyas familias se han enriquecido antes y después con la violencia y la muerte de otros |
La resistencia civil contra la paz no es contra la paz, es contra los que buscan una Colombia que brinde mejores oportunidades. Los que temen que nos gobierne Timoshenko (lo cual en realidad no sucederá) no temen lo que pueda pasar con Colombia sino lo que llegaría a ocurrir con esos desmesurados capitales que la clase política ha amasado con la corrupción. Los que se escandalizan con la posibilidad de que unos delincuentes se tomen el poder, fingen ignorar que desde el siglo pasado buena parte de los gobernantes y dirigentes del Estado han sido delincuentes consumados con un solo propósito: saquear el erario público y enriquecerse más y más mientras el pueblo empobrece. En últimas, lo que persigue la derecha es anclarse al poder para llenar sus bolsillos a costa del pueblo, mientras la izquierda lo que persigue es arrebatar ese poder sin importarles lo que pase con el pueblo.
Niño Wayú en estado de desnu-
trición
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¿Quién es el enemigo de quién? |
Como lo dije en un comentario anterior, la paz es algo más que el silencio de los fusiles. La paz es justicia social, es igualdad de condiciones y oportunidades. La paz no será onerosa para el pueblo. La paz será muy costosa para la dirigencia corrupta de nuestro país. El pueblo siempre ha perdido. ¿Qué podemos perder ahora?
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