El pasado 27 de mayo publiqué este cartel aludiendo a la ola de homicidios que se viene presentando en esta aldea, que algunos alegremente denominaron "Pueblo mágico". El mensaje fue fuerte y sin rodeos. Es que ante una realidad que golpea de manera tan contundente no podemos aplicar pañitos de agua tibia ni tapar el sol con un dedo, tal como lo quisieran las personas de alta ascendencia que están acostumbradas al fingimiento social. Las reacciones no se hicieron esperar. De inmediato aparecieron las réplicas en forma de reclamo, entre ellas la del excelentísimo doctor Henry Arcila Moncada quien (con una redacción veintijuliera y una ortografía y puntuación como de primaria) escribió lo siguiente:
"Mensajes como este no construyen absolutamente nada , dilapidan la posibilidad de construir con un buen mensaje que hable bien de miles de personas que tambien son Roldanillenses emprendedores y buenos ciudadanos que tienen la fé puesta en seguir construyendo un mejor futuro , perfeccionando el presente que hasta ahora a sido positivo , y colocan a nuestra tierra del alma en el contexto Nacional e internacional con una buena imagen cultural ,turística etc. No quieran mancillar el buen nombre de las gentes de un municipio que a luchado por salir adelante con honestidad y trabajo. De un brochazo querer acabar con la buena imagen de un pueblo que queremos miles de personas y que a salido adelante con mucho esfuerzo, además del amor que le tenemos, es mesquino No le hagan daño a Roldanillo , construyan no destruyan. Muchas bendiciones para todos". (Los resaltados son míos)
Desde el 27 de mayo hasta el día de hoy han transcurrido un poco más de cuatro meses y las palabras del excelentísimo doctor Arcila no le han llegado aún a los mensajeros de la muerte, pues las víctimas cada semana aumentan las estadísticas que se muestran en los muy famosos consejos de seguridad. ¿El cartel que publiqué no construye? ¡Claro que sí! Construye la imagen de una realidad que no se puede disfrazar con la retórica de los polítiqueros que aprendieron un dircursito cantinflesco, ideal para distraer bobos.
Solo los cortos de entendederas creen que ocultar un problema de violencia logra hacer de Roldanillo una aldea pacífica. ¿Cuántos homicidios han contado las autoridades en el último mes? Claro: el dato no debe ser divulgado porque eso destruiría lo mágico y acabaría con la fantasía. Lo mejor es echarle tierrita al asunto y al difunto y continuar como si nada. Las madres de las víctimas que se las arreglen como puedan, porque el dolor que produce perder un hijo no haría más que "mancillar el buen nombre de las gentes de un municipio que a luchado por salir adelante con honestidad y trabajo". Sigamos fomentando actividades que en Colombia, de tanto rodar el cántaro a la fuente, terminaron asociadas al emprendimiento de sustancias estupefacientes. No denunciemos el aumento de la delincuencia que viene de afuera, pues eso desalentaría la llegada de ese tipo de turistas. No digamos que buena parte de los que nos visitan solo van al Museo, se dan una vulta por ahí y luego se van a almozar y a comprar a los municipios vecinos porque les sale más barato. Ah, y no hagamos público que las cabalgatas acá se hacen sin ningún control, pues tal denuncia no permitiría el maltrato de caballos que son jineteados hasta las tres de la madrugada.