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DOSCIENTOS METROS DE VITRINA OFICIAL

 

Convocaron a la prensa de los cinco continentes, notificaron a los líderes de las potencias del mundo, contrataron a los mejores estudios de televisión, sacaron pecho y cacarearon como cluecas… solo para mostrar que habían logrado lo que ellos consideraron la insuperable hazaña de reasfaltar doscientos metros, contados centímetros a centímetro, desde el puente hacia Roldanillo.

¿Que esa reasfaltada era necesaria, así fueran solo doscientos metros? Claro que sí. Ese transitar por tan corto tramo se había convertido en una prueba de altísimo riesgo y, por supuesto, en la vergüenza oficial, aunque al parecer los gobernantes ya perdieron la capacidad de sentirse mal por lo que no pueden hacer bien. En todo caso, si en esta ocasión no hubieran actuado con prontitud para limpiar la sangre dejada por las víctimas y luego rellenar los huecos mortales cercanos a ese tramo, la fuerza del rechazo popular se habría hecho incontenible.

¿Pero hacer tanto alboroto por algo a lo que están obligados los administradores públicos?

Ver la enorme vitrina que montan los gobernantes para mostrar que de vez en cuando cumplen con su deber es algo que nos hace preguntar si están ahí solo para recibir aplausos o para dar curso cabal a la voluntad popular reflejada en un programa de gobierno.

Y lo más asombroso es que si tapan la gotera de una escuela o le hacen por enésima ocasión la innecesaria modificación al parque, sacan el discursito que nada dice pero que la gente aplaude a rabiar, como si no fuera suficiente con el soso duscurso de posesión.

Si la carretera Roldanillo-Zarzal es responsabilidad de los gobiernos departamental y municipales de esas dos entidades territoriales, De su deterioro paulatino es, principalmente, culpable el Ingenio Riopaila. Eso lo sabemos todos. Lo que sí parecemos ignorar es que esa empresa hace importantes aportes en dinero que, ni más faltaba, descuentan religiosamente de los impuestos a pagar, lo que le da vía libre para seguir deteriorando el asfalto per sécula seculorum.Entonces, tapoco es de alabar la iniciativa privada ni la supuesta colaboración en la solución de problemas que atañen directamente a la administración pública.

Si ahora hacen alboroto por apenas doscientos metros de remiendo, ya podemos imaginar lo que sucederá en el próximo siglo, cuando se animen a repavimentar la vía Roldanillo-La Tulia, de la que por cierto el municipio de Bolívar ya hizo su parte.

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