Cuando uno pensaba que los bandidos de administración pública ya habían abusado lo suficiente de la gente menos favorecida, cuando uno creía que los que se disfrazan de empresarios para meter -como vulgares carteristas- la mano en el bolsillo de los consumidores ya habían hecho su agosto, llega Acuavalle y raspa la olla para robarnos los pocos centavos que nos deja esa bacrim conformada por los dos sectores antes mencionados.
¿Ya se enteró de lo que le está cobrando Acuavalle en su factura de este mes? Es de suponer que no, pues usted es de los que recoge la hojita que le tiraron por debajo de la puerta, mira cuánto debe pagar y la pone con las demás cuentas de cobro. Claro, usted no ha visto que le estan cobrando una couta diferida por Covid 19, con intereses y todo. Sí, así como lo oye:
¡UNA CUOTA DIFERIDA POR COVID 19!
Aquí les muestro:
Me disculpan la excesiva ignorancia, pero no se en qué momento Acuavalle, empresa que es cuestionada por su mal servicio y abuso con los usuarios, se convirtió en cobradora de cosas que se inventan los que ponen el ojo en el billete fácil y que nada tienen que ver ni con su razón social ni con su naturaleza. A no ser que el agua que nos vende Acuavalle a precio de usura esté contaminada con el famoso virus.
¿Quién ordenó el cobro por Covid? ¿Por qué se está cobrando algo que corresponde a un Estado cuya prioridad debe ser la salud, la educación y la promoción del empleo? ¿Quién autorizó a Acuavalle ese cobro? ¿A manos de quién va ese recaudo? ¿Qué se va a hacer con esa plata, además de lo que todo el mundo sabe? ¿Por qué se está adicionando un interés que equivale al 4.8%? Acuavalle, cuyo lema completo debería ser: "Más por vos que sos tan web on", debe responder a los anteriores interrogantes.
Ahí tienen, pues, a una dirigencia que no quiere escuchar a la gente del pueblo y, al contrario, se burla de manera descarada de su pasividad.
¿Qué vamos a hacer frente a esto?
Pregunta inoficiosa.
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