Tres cosas asombraron de la marcha contra el yugo tributario que quiere imponer el nefasto desgobierno del presidente títere:
Asombró la multitudinaria participación ciudadana. Cuando la cabeza de la marcha llegaba al parque Elías Guerrero, la cola avanzaba nueve o diez cuadras atrás. No exagero. Si alguien tuvo la iniciativa de filmar, podrá dar testimonio de ello. Parodiando al poeta Zalamea, en la medida en que la marcha avanzaba, la audiencia iba creciendo y creciendo y creciendo. De cien entusiastas que salimos desde la calle del INTEP, calculo que mas de tres mil personas llegaron al parque Elías Guerrero. Ni el terrorismo oficial con su novela del contagio por inprudencia caló. Aquellos que en vez de materia gris tienen en su cabeza materia fecal habrán tenido oportunidad de reflexionar sobre algo que en una aldea de tradición conservadurista y mentalidad medieval, como Roldanillo, no puede ocultarse: La gente ya no come cuento ni se queda en la protesta virtual o en el meme a veces gracioso. La gente, cuando es necesario manifestarse, sale a la calle, grita su protesta, le dice a sus pésimos gobernantes que ¡Ya no más!
Ni la lluvia bajó el calor del entusiamo de los jóvenes manifestantes |
Asombró el comportamiento ordenado de los manifestantes. Se escucharon arengas, estribillos, canciones al propósito… pero ningún desmán. Ni siquiera el intento. Ningún establecimiento de comercio cerró sus puertas al paso de la marcha. Incluso los policía que estaban atentos tuvieron tiempo de "chatiar" mientras iban caminando al margen.
Asombró la participación de la gente joven, estudiantes de las instituciones educativas de educación superior, media e intermedia de Roldanillo. Sin la iniciativa, entusiasmo y la intervención directa de los jóvenes, la marcha de protesta seguramente habría sido una lánguida caminata terapéutica de la tercera edad. Pero ahí estuvieron los muchachos de Roldanillo con su vigor y dinamismo, buscando apartar los nubarrones que políticos sin escrúpulos quieren interponer a una generación que merecen algo diferente al mierdero que les están… que les estamos dejando.