Páginas

3/13/2018

EL CUENTO DE NUNCA ACABAR




La verdad es que me hastía tocar temas políticos, pues termina uno nivelado con los seguidores del Innombrable. Por si no lo han notado, de un tiempo al ahora, cuando aludo a esos temas lo hago generalizando sistemas, ideologías, tendencias, preferencias, etc. y tratando de no mencionar protagonistas. Ese cambio obedece a la intolerancia reinante en las redes, que a veces se torna agresiva, más allá del límite del respeto a la integridad personal. Para la muestra tres botones que me llegaron con perfiles falsos a través del Messenger y que transcribo de manera textualizada:

1.     “No dejás de hablar maricadas, como hacemos para taparte la geta. A los mamertos como vos hay que mandarlos pa Venezuela pa que allá se muera de hambre”

La última parte de ese mensaje, en su esencia, la he leído en posts de un amigo que poco veo, aunque sí aprecio mucho y, por eso mismo, le concedo el beneficio de mi fe en él. Bueno, al menos este remitente no amenaza con enviarme al “barrio de los acostados”, que está más cerca que Venezuela  pero de donde no hay retorno.

2.     “Como que se volvió Petronio el poeta me gustaba leer sus libros pero como que no sirven sino para limpiarsen el C”

¡Qué tal este! No me volví petronio, como dice con innegable gracia. Una cosa es que desde mi punto de vista considere que Petro tiene menos pecados que otros candidatos y otra cosa es que me considere (y me consideren) su seguidor. Es arrogante como todos. Al parecer ejerce su autoridad como una madre, pues dicen que las órdenes a sus empleados colaboradores las da con gritos y regaños. No conozco político encumbrado (y hasta de vereda) que no lo haga. Pero algo si lo diferencia de los demás: nadie ha logrado sacarle los trapitos al sol con aquello de la corrupción. No conozco los aciertos y desaciertos de su administración en Bogotá. Pero nadie ha logrado –excepto su pasado guerrillero- mostrar que es un latifundista, que ha robado dineros del erario. En cambio los otros… Ah, y claro estoy de acuerdo con la utilidad aséptica que le da a mis libros, sobre todo para personas que seguramente no leen ni el horóscopo y poseen un bagaje cultural enriquecido exclusivamente por los memos que se publican en las redes sociales.

3.     “Dice que no le gusta la política y vealo hablando mierda por qué para eso si sabe escribr”

Otro que, además de comerse las comas, hace referencia a mi vocación de escribidor, aunque apunta hacia el género de lo escatológico. Al menos no se dirigen a “Ese abogado que no saca ni un perro a cagar”. Tampoco se refieren al “Profesor que no enseñó ni las muelas”. Ni a otro de los muchos oficios que he practicado en la vida. Lo cierto del caso es que los tres coinciden en su vulnerabilidad ante lo que sale de mi pluma (en realidad es de mi portátil) y no esconden su disgusto por el contenido no comprometido con nadie. CON NADIE. Sion amo ni soberano, pues ambos van de la mano. Sólo conmigo, con mi sensibilidad literaria y social, que igual censura un crimen o cualquier aberración tanto de la derecha como de la izquierda. Y no menciono eso que llaman centro, porque tal cosa sólo existe para los que les gusta irse por las orillas. O por las ramas, como dicen nuestros parientes los simios.

De veras que no están ni tibios los que tratan de matricularme -referencialmente y hasta de manera formal- en partidos que perdieron vigencia y sólo son fórmula de empleo en el sector público. Están meando fuera del tiesto los que, sin conocer a Víctor, Mario y Augusto, “Los Chaparrines” o haber leído sobre el origen de los ideologías y partidos, me llaman mamerto o castrochavista, otro embeleco que tampoco existe ni ha existido sino en las mentes obtusas.

Por supuesto que hice uso del derecho y el deber de votar, ya a mis 68 años de existencia tengo más que definido mi pensamiento ideológico, a pesar de algunas contradicciones. Y aunque parezca imposible, si tengo militancia política. Arriba la dejé sutilmente expuesta en dos octosílabos.

PD: Si esos tres mensajes los hubieran subido como cometario público y no como amago de insulto privado, créanme que me habría divertido mucho más.


1 comentario:

Unknown dijo...

Anibal, la solución mas sencilla y que utilizo es bloquearlos sin gastar tiempo en explicaciones, los malquerientes siempre serán mas, ahora que se esconden con falsos perfiles, acuérdese del uso del bagazo.